Castaños, abedules y robles, rodean pueblos con un encanto especial que mantienen incluso construcciones singulares como son las pallozas. Una ruta montañera, no demasiado técnica pero que nos obligará a mantener la atención, haciendo de ella una ascensión muy entretenida y que no defraudará.
Valores sobresalientes en su medio natural, social y económico
La ruta de hoy nos lleva al extremo noroccidental de nuestra Comunidad Autónoma, a la comarca de los Ancares Leoneses. En este singular espacio aún se conservan los vestigios de las formas de vida de antaño y de una arquitectura tradicional muy singular, siendo las pallozas su más conocido exponente. También aquí encontraremos valles con bosques en un magnífico estado de conservación poblados de castaños, robles y abedules que dan cobijo a una abundante y variada fauna, entre la que destacan los urogallos e incluso algunos ejemplares de oso pardo cantábrico. Todos estos valores son los que justificaron que en el año 2006 toda la zona fuese declarada por la UNESCO reserva de la Biosfera, una catalogación que se concede únicamente a aquellos territorios del planeta que cuentan con valores sobresalientes en su medio natural, social y económico. La ruta propuesta para esta jornada a buen seguro que nos convencerá de que estos reconocimientos están sobradamente justificados
De entre las muchas rutas que se pueden escoger para alcanzar la cumbre del Miravalles, seguramente la más frecuentada sea la que tiene su origen en el Puerto de Ancares, a 1650 metros de altitud, donde se traza la divisoria entre las provincias de León y Lugo. Aquí podremos dejar nuestro coche y dirigirnos hacia el mirador que se encarama sobre el mismo puerto para poder contemplar el espacio que se abre a sus pies. Hacia el sureste encontramos el Valle de Ancares, donde se localizan pueblos con un encanto especial: Tejedo, Pereda, Candín o Vega de Espinareda. En la vertiente opuesta es el Valle de Balouta el que se presenta ante nosotros, con el pueblo que da nombre al propio valle, todavía en terreno leonés, protegido al pie de las montañas y conocido por sus ancestrales pallozas.
De un lado Galicia y del otro Castilla y León
Desde el mirador, por el mismo límite administrativo entre las Comunidades de Galicia y Castilla y León parte nuestra ruta en dirección NE por una senda que, entre de brezos y arándanos, nos conduce hacia lo alto del cordal. A partir de este punto -1713 metros- el sendero gira con la línea de cumbres hacia el este, y nos dispondremos a disfrutar de una larga cresta con unas abiertas panorámicas hacia ambas vertientes. En algunos tramos el cresterío presenta resaltes rocosos que no revisten especial dificultad para los habituados a moverse por la montaña, exigiendo, no obstante, mantener la atención y haciendo al mismo tiempo nuestro itinerario mucho más atractivo, dando un toque más alpino a nuestra ruta.
Superado este tramo el sendero pierde altura hasta 5llegar a la campa de Los Froixos -1711 metros-, desde donde nuestro itinerario entra tímidamente en la vertiente norte, surcando a media ladera para salvar por la zona más fácil los impresionantes farallones rocosos que dejamos al sur, en la línea de cumbres. Una vez superada esa zona a través del flanqueo el sendero vuelve a ascender de nuevo hacia el cordal. Llegamos así al collado del Acebal , al que se incorpora ahora el camino que desde el noroeste sube en pronunciada pendiente desde Balouta. Un tramo más de cresta con algún paso más entretenido que difícil nos llevará hasta los 1.770 metros, a los pies de la vertiente sur del Miravalles, lugar en el que confluye el sendero que desciende hacia Tejedo de Ancares.
Haciendo cumbre tras unos últimos metros de fuerte pendiente
Ya sólo nos queda el tramo final. Desde el punto en que nos encontramos ya se puede adivinar el sendero que asciende, ahora sí, trazando zetas para salvar la fuerte pendiente de los2 últimos metros y que nos conduce, con los últimos resuellos a la zona somital, donde lo mejor será ir bordeando los últimos riscos hacia nuestra izquierda –oeste- para alcanzar así la merecida cumbre.
Las vistas desde la cumbre de las alineaciones montañosas de toda la sierra de Ancares son espectaculares. Una potente brecha en primer plano interrumpe una línea de crestas que se prolongan hacia el este con cimas como Peña Rogueira y La Torrenteira. Hacia el sur.-suroeste se levanta, en primer plano, separada por el puerto de Ancares, la cumbre del Cuiña, que con sus 1.992 metros representa la cota más alta de toda esta sierra y que a buen seguro podrá ser un buen destino para una próxima excursión.
Observaciones
Ruta que aunque no reviste dificultad técnica apreciables para los acostumbrados a moverse en montaña, exigirá prestar atención en los tramos rocosos. En todo caso, será importante planificar previamente la excursión en función de la climatología y de nuestra preparación y experiencia en montaña, no asumiendo nunca riesgos innecesarios.
Cómo llegar
Para llegar al Puerto de Ancares la mejor referencia es la localidad de Vega de Espinareda donde se llega procedentes de Ponferrada (por la carretera LE 711). Desde Vega hay que coger la carretera LE-712 que remonta todo el valle del rio Cuiña pasando por los pueblos de Sésamo, Candín, Pereda de Ancares y Tejedo de Ancares.
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