Carlos Soria, que afronta la conquista del Annapurna, sale al paso de las críticas de las ascensiones con ayuda y entiende que las expediciones comerciales son «un fenómeno imparable»
«Si a algún ‘gran alpinista’ le molestan las grandes expediciones al Himalaya, lo tiene muy fácil, que suba por otro lado»
ENTREVISTA A CARLOS SORIA
Carlos Soria, inmerso en estos días en la conquista del Annapurna -el que sería el duodécimo ‘ochomil’ del alpinista abulense-, no evita el cuerpo a cuerpo cuando se trata de disipar dudas con respecto a su pasión: la montaña. A sus 76 años, y respaldado por toda una vida en las principales cumbres del planeta, Carlos Soria trata de salir al paso de todas las principales polémicas y dudas que suscitan las expediciones al Himalaya, donde actualmente se encuentra.
Las respuestas del castellano y leonés con respecto a las ascensiones con o sin oxígeno, el auge de los viajes comerciales al ‘techo del mundo’ o el reto de su amigo Kilian Jornet de ascender y descender del Everest en un tiempo récord y bajo la corriente del minimalismo, no dejan indiferente a un sector «en auge e imparable», según el abulense afincado en Madrid.
Carlos Soria tratará de hacer cumbre en el Annapurna el domingo 29 de marzo, después de varios días de aclimatación y después de un mes de expedición.
-¿Cómo afronta su nuevo reto?
-Es un reto muy grande porque queremos vamos a dos montañas en lugar de a una, porque también tenemos permiso para el Dhaulagiri. A ver si nos acompaña la suerte y el tiempo. El principal temor ahora mismo, es el de las avalanchas.
-El Annapurna es estadísticamente la montaña más peligrosa, y esta semana se ha cobrado sus dos primeras víctimas de la temporada. Como experto y experimentado alpinista, ¿cómo ve el tema de la seguridad en la montaña en la actualidad?
-Creo que es necesario cobrar por los rescates y la gente debería estar asegurada. Al margen de las grandes expediciones, en las que nosotros tenemos nuestro seguro contratado, es necesario contar con un seguro. No veo bien que se vaya a rescatar a un tío que ha ido a coger setas a la montaña y se ha despistado. Muchos de los vicios son del exceso de individualismo en las montañas. Los grupos, los clubes, las federaciones… Son necesarios para velar y transmitir unos valores que no pueden perderse.
-Seguridad en la montaña frente a nuevas tendencias de ascensiones ultra rápidas y minimalistas en cuestión de ropa y elementos… ¿Qué le sugiere el intento de récord de subida y bajada de Kilian Jornet en el Everest?
-Lo primero que me gustaría dejar claro es que Kilian será un alpinista en cuanto él quiera. Ahora es un corredor, pero terminará siendo alpinista. En zapatillas no creo que suba. Este chico es muchas cosas, pero no tonto. Imagino que subirá con unas bota ligeras y si alguien puede lograrlo, es él. En el debe del proyecto diré que no sé si es lo suficiente alpinista como para hacerlo… Quizá es un poco pronto, pero si alguien puede hacerlo es él y por condición física puede lograrlo. Ahora bien, que nadie se piense que va a llegar y subir en zapatillas, porque insisto en que no tiene ni un pelo de tonto y si lo afronta lo hará como lo hizo en el Cervino, que estuve observándole. Irá un mes antes, sabiendo lo que quiere hacer y seguro que prepara con mucha cabeza.
-Hablando de grandes figuras y del Himalaya, ¿entiende la polémica con respecto al hecho de subir o no con oxígeno?
-¿El oxígeno? A mí lo que no me gusta en la montaña es que la gente mienta, y el que quiera llevar oxígeno, que lo lleve, me parece muy bien. Lo que no puedes hacer es llevarlo, usarlo un poco, y decir que no lo has usado, eso no me gusta. Tampoco me gusta que haya gente que se piense que puede realizar ascensiones complicadas sin oxígeno porque lo ha visto en no sé qué revista o en la tele, y luego, por no llevarlo, te tienen que rescatar… Eso lo veo peor.
-¿Entiende las reticencias que suscitan las expediciones comerciales?
-Me parece normal que haya expediciones comerciales, y que haya mucha gente que quiera subir al Everest. Es complicado que en estas expediciones se hagan porque precisamente en una expedición comercial van a cuidar y asesorar a la persona que la ha contratado… Los ricos no son gilipollas. Los ricos se gastan el dinero porque quieren cumplir un sueño y no todos los que van a una expedición comercial son ricos. Hay que tener en cuenta que en estas expediciones hay gente estupenda y que ha sido alpinista, pero no ha podido hacer otras cosas, y en un momento de su vida quiere subir al Everest. Yo lo admito como algo lógico, como paso en los Alpes en su día.
-¿Pero entiende las críticas de un sector más purista?
-A mí lo que no me gusta son los grandes alpinistas que van al Everest, saben que va a haber mucha gente, muchas expediciones comerciales, y se aprovechan de la huella creada por esas expediciones, y vienen luego diciendo que han estado esperando ahí porque había mucha gente y esas cosas. O son tontos del culo o son unos mentirosos porque ya saben que va a haber mucha gente. Si es un buen alpinista, en vez de ir a la ruta normal que se vaya a la cara este o a cualquier sitio que no va a encontrar a nadie. Eso me molesta mucho más que las expediciones comerciales. Claro que me gustaría que hubiese menos gente en la montaña, en general, pero eso es imparable, y hay que convivir con ello. En las primeras expediciones que yo no conocí solo se daba permiso para una ruta en cada montaña, pero eso ha cambiado.
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