La película ‘A fine line’ transmite los valores del catalán a casi un centenar de personas en la Universidad Europea Miguel de Cervantes
La actividad, incluida en los cursos de formación de la Junta de Castilla y León, fomenta el espíritu de superación entre los deportistas de Fdmescyl
Cuando era chiquitito, Kilian Jornet dormía en su habitación con un imagen del Cervino y contemplaba la sonrisa de Reinhold Messner. Soñaba con llegar un día al Everest mientras contemplaba las mil y una imágenes de montañas que sus padres tenían y evocaba un futuro que no tardaría en llegar.
Unos años más tarde, aquellas fotografías se han visto superadas por su propios ojos. Aquel Cervino de papel se ha convertido en un nuevo reto superado, mientras que el Everest de Messner ya aparece en la cola de esos retos ‘imposibles’ que afronta con el proyecto ‘Summits of my life’, un ambicioso programa que lleva al deportista catalán a afrontar ascensiones meteóricas por todo el mundo.
Precisamente, ‘A fine line’ es el documental que resume parte de estas. El film, que se proyectó en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, comienza con una declaración de intenciones, con la que Kilian recuerda al telespectador que «si no sueña, está muerto».
El corredor, esquiador, escalador… incide durante el documental en esa delgada línea que separa la vida de la muerte, la felicidad del sufrimiento. «Son escasos centímetros», recuerda antes de afirmar que él asume el riesgo y el peligro, «aunque no la muerte» cuando se enfrenta a un nuevo imposible, como lo fueron en su día el ascenso y descenso del Cervino o del Kilimanjaro en África.
En ‘A fine line’ presenta su primer objetivo cumplido: batir el récord de subida y bajada al Mont Blanc (4 horas, 57 minutos y 40 segundos) desde Chamonix. El catalán pretende cerrar este capítulo de su vida con una ascensión récord al monte Everest en 2015.
Más que un reportaje de montaña se trata de una cadena de reflexiones sobre la vida, siendo la más impactante la de Stéphane Brosse momentos antes de morir al desprenderse una cornisa por la que pasaba junto a Kilian en la propia película. Es el momento más duro del documental, cuando Kilian analiza los riesgos propios que asume y esa responsabilidad que no elude de las personas que le siguen. «Son mis valores, mi forma de entender la montaña», defiende.
Poco antes, el casi centenar de espectadores que se congregó en Valladolid, gracias a los cursos de formación de la Junta de Castilla y León, se enfrentó a la pregunta de qué hace el campeón cuando ya lo ha ganado todo. «Cuando desciendes de la montaña o superas la meta ya no hay marcas, ni tiempos. ¿Qué puedes hacer entonces?», se pregunta el catalán para justificar el inicio de ‘Summits of my life’, su «sueño». «Si puede subir, sube, y si no, también lo intenta», resume la hermana de Kilian, Naila Jornet, en una frase que resume el espíritu de superación del deportista catalán, ese valor que le ha llevado a querer superarse en cada paso.
Cuando se encendieron las luces de la sala de proyecciones de la UEMC muchos fueron los que tuvieron que reprimirse de no calzarse las zapatillas e iniciar su particular ‘Summits of my life’, algo que trató de frenar la charla del ‘speaker’ internacional vallisoletano José Antonio de Pablo ‘Depa’, quien acercó la figura del ídolo a los presentes después de haber compartido con él decenas de anécdotas, las últimas el pasado fin de semana en la Transvulcania, donde Jornet participó para finalizar segundo.