El 51% de la superficie de la comunidad es forestal, un porcentaje superior al de Canadá, y por encima de la media mundial y europea
En los últimos 30 años, los terrenos arbolados han crecido en un millón de hectáreas, pasando de 1,9 a 3 millones de hectáreas
Castilla y León puede presumir de bosques. La comunidad es el territorio con más superficie forestal por habitante, como se ha explicado en la octava edición de la Feria Expobioenergía, que se ha clausurado este jueves en la Feria de Valladolid.
El 51% de la superficie de Castilla y León es forestal, con casi cinco millones de hectáreas, con casi dos hectáreas forestales por habitante. Este dato sitúa a la comunidad con mejor ratio que el conjunto de España (0,60), la Unión Europea (0,35) y el global mundial (0,77).
Castilla y León es hoy un territorio más forestal que Canadá, Estados Unidos, Francia o Alemania, y muy por encima de la media mundial y europea.
En los últimos 30 años los terrenos arbolados han crecido en un millón de hectáreas, pasando de 1,9 a 3 millones de hectáreas. La madera acumulada en los montes ha pasado de 63 millones de metros cúbicos a 154 millones de metros cúbicos, lo que representa un incremento del 144%. Además, otra de las buenas noticias es que todos los residuos forestales, fruto de las limpias y los desbroces, son susceptibles de transformarse en combustible.
La biomasa es la materia orgánica que, originada en un proceso biológico natural o provocado, se utiliza como fuente de energía. Generalmente, esta materia procede de residuos agrícolas (paja) y podas de frutales, materia prima forestal, restos de industrias de madera (serrín, astillas) y cultivos energéticos (girasol, cardo). Se utiliza como fuente de energía de calor, frío, electricidad o transporte. Para facilitar su uso se transforma en biocombustible sólido (pellets, briquetas o astillas); líquido (biodiesel o bioetanol); o gases (biogás).
El desarrollo de la biomasa aprovecha los recursos locales, lo que permite la creación de empleo en el medio rural y, por tanto, fijar población. Una alternativa para dinamizar el sector agrario, ya que los cultivos energéticos utilizados en la producción de biocombustibles y biocarburantes constituyen una alternativa de futuro para el campo y para el mantenimiento de empresas forestales, necesarias para mantener los espacios naturales de la comunidad.