Sendero sencillo, con un trazado totalmente llano y escasos desniveles, que atraviesa un paisaje característico de vega fluvial con dos elementos geográficos característicos, los cultivos de regadío y una formación de vegetación de ribera muy bien conservada asociada al río Tera.
La localidad de Santibáñez de Tera se encuentra al norte de la provincia de Zamora, unos 20 Km al oeste de Benavente, en el tramo bajo del río de Tera, ya próximo a su desembocadura con el río Esla. Nuestro recorrido parte de la Plaza Mayor de Santibáñez de Tera. Pronto nos daremos cuenta que el pueblo se encuentra en el borde de una terraza fluvial, a 736 metros de altitud, elevado apenas unos metros respecto a la vega y el río que ronda los 718 metros de altitud, lo suficiente para escapar de las inundaciones periódicas.
Tomamos dirección norte bajando por las calles Senso Lázaro y Colón, para bajar al valle del Tera. Durante cerca de un kilómetro y medio discurrimos entre huertas, cultivos de regadío y acequias. Un paisaje agrícola muy productivo que aprovecha unos suelos aluviales de gran calidad y aptitudes agronómicas, que se extiende a lo largo de la llanura de inundación formada por el del río Tera.
Espacio representativo de las comarcas ribereñas leonesas y zamoranas, situadas al noroeste de la cuenca del Duero, asociadas del gran sistema fluvial del río Esla.
Llegamos al cruce con la carretera, a la que seguimos en dirección norte durante 150 metros, para luego girar a la izquierda y ya junto curso fluvial y las riberas del río Tera tomar dirección oeste. En este punto podemos contemplar el puente sobre el Tera, de comienzos del siglo XX, que conserva parte de la estructura de lo que pudo ser un antiguo molino del siglo XVIII.
A partir de este punto nos adentramos en el tramo del sendero que transcurre por el bosque de ribera del río Tera. Un espacio de gran calidad ambiental e interés biogeográfico que forma parte de la Red Natura 2000 (Zona de Especial Conservación ZEC ES4190067 «Riberas del Río Tera y afluentes»). Se trata de un fantástico bosque galería de alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus excelsior y Fraxinus angustifolia), sauces (Salix ssp.) y álamos (Populus alba) con gran significación ecológica, por su función esencial en el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos y la calidad del agua. En definitiva, un bosque de ribera en buen estado de conservación que convive, y confronta, con la ocupación de la vega para la producción agrícola intensiva y forestal (plantaciones de chopo).
Pasamos por el paraje de Las Pozas donde aún queda algún manantial de los varios que existieron en el pasado y que eran utilizados por los vecinos del pueblo para el lavado de la ropa. En este punto también se localizaba la Barca del Concejo que, hasta mediados del siglo XIX, constituía la única forma de cruzar el río sin riesgo. Las Pozas tuvo que ser un paraje muy concurrido. Siguiendo nuestro camino, un poco más adelante nos encontramos con los restos de un molino del siglo XIX que se mantuvo operativo hasta 1960.
El sendero cuenta con diferentes paneles informativos que otorgan al sendero un gran valor didáctico y que nos ayudarán a entender el aprovechamiento tradicional del río Tera y el patrimonio cultura asociado al mismo.
Seguimos un cómodo y vistoso tramo de la ruta entre brazos de agua, en buena medida desviados del río Tera para su aprovechamiento y con presencia de lagunas artificiales. Así, poco más de 3 kilómetros desde la salida de la ruta, llegamos a la agradable área recreativa de La Tablada, a la que luego volveremos. A partir de aquí nos adentramos en una zona conocida como La Isla, situada entre dos brazos del sinuoso y cambiante río Tera, con repoblaciones de chopo (Populus canadensis). Estos terrenos irregulares son ocupados periódicamente por las frecuentes crecidas del río, como atestiguan los depósitos recientes de material aluvial y los restos de acequias destruidas. Desde este punto, tomado un camino hacia el norte, podremos acercarnos hasta la antigua Presa de Miguelón que permitía acumular las aguas para su desvío y aprovechamiento en los molinos y en el riego de cultivos, y que constituye un perfecto lugar para acercarnos a contemplar el paso de las aguas del río Tera.
Continuamos por la zona de la isla, hasta llegar al paraje de Manga Fornos y Molino del Soto, un área singular de vegetación umbría y mayor humedad ambiental, entre pequeños arroyos procedentes del desvío de las aguas del Tera para su uso por el Molino del Soto, que podemos salvar en pasos que utilizan de forma acertada antigua infraestructura de los regadíos.
Tras un tramo por una chopera de repoblación llegamos a la antigua Fábrica de la Luz, S.A. Electra Santibañesa, una pequeña central de producción hidroeléctrica que en el año 1919 fue puesta en marcha de forma comunal, a través de las aportaciones económicas y el trabajo colectivo de todos los vecinos del pueblo, proporcionando luz a diversos pueblos del entorno hasta los años 50 del siglo XX.
Desde aquí, entre choperas y cultivos de regadío, regresamos de nuevo al área recreativa de La Tablada para dirigirnos en dirección sur, atravesando de nuevo los cultivos de regadío, al pueblo de Santibáñez de Tera subimos por la calle Barrundiel hasta alcanzar la Plaza Mayor, donde iniciamos nuestro camino y damos por terminado nuestro sendero.
Observaciones
Ruta llana sin ninguna dificultad ni dureza, que transcurre por sendero marcado y homologado por la FDMESCYL (SL-ZA 6). El sendero coincide parcialmente con la Zona de Especial Conservación ZEC ES4190067 “Riberas del Tera y Afluentes”, dentro de la Red Natura 2000.
Cómo llegar
Desde Benavente nos dirigimos a la localidad de Santibáñez de Tera por la carretera N-525, pasado el pueblo de Sitrama de Tera tomamos un desvío a nuestra izquierda que nos marca la salida por una carretera local que lleva a Santibáñez de Tera. Dentro de esta localidad, el panel de inicio se encuentra en la amplia Plaza Mayor donde podremos estacionar nuestro vehículo e iniciar el recorrido, regresando al mismo punto.