0 km
Distancia
06:30 h
Tiempo
0 m
Desnivel +
0 m
Desnivel –

El Valdeiglesias, con su aspecto sencillo y bonachón, presenta una parte rocosa en su cima que, sin inquietar a quien a ella se dirige, le confiere una estampa de hidalguía elevándose por encima de sus tranquilas laderas.

Son varias las posibilidades de ascenso a esta montaña, siendo las más populares la que sale de Salientes remontando la vertiente septentrional, y la que parte de Salentinos, orientada al sol, que es la que aquí se describe.

Situado en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Pico Valdeiglesias es todo un referente en esta particular geografía de las montañas bercianas. Su notable altitud en el entorno en el que se encuentra enclavado, la Sierra de Gistredo, hace que su cumbre destaque por encima de sus hermanas de escenario entre las que se encuentra la que sin duda es la montaña más conocida y por ello popular: el Catoute, que, no obstante, es una treintena de metros más baja.

La actividad comienza, después de cruzar un puente en la parte mas oriental de Salentinos (1.200 m), siguiendo por una pista muy bien definida, que nos va llevando al lado de unas praderías llenas de brezos y gamones que les dan un aspecto espectacular. En su comienzo, este camino es también común para el ascenso al vecino Catoute (2.112 m), y vamos siempre hacia el oeste siguiendo por el amplio valle, acompañados del río Salentinos conocido también como de la Tejera.

Salentinos es un precioso pueblo enclavado en la montaña que alberga unos parajes inigualables y se encuentra azotado por la despoblación, como una buena parte de las localidades de nuestras montañas, en las que sus gentes han emigrado a las populosas ciudades ante la falta de los servicios mínimos.

Después de caminar unos tres kilómetros, superando algunas cuestas, se llega al pequeño refugio de la Braña, a 1.430 m, una cabaña de pastores habilitada para pernoctar. Continuamos un tramo por el itinerario que sigue hacia el Catoute que pronto tendremos que abandonar saliendo a nuestra izquierda por una senda, que entre escobas y brezos, con algún abedul desperdigado, nos va llevando a una pequeña laguna que solo mantiene sus aguas al fundirse la nieve en primavera, secándose habitualmente el resto del año.

Ahora tenemos que crestear por un terreno en el que predomina la baja vegetación dominada por carqueixa, brezos y restos de piornos. A nuestra espalda tenemos la Robeza y el Tambarón, a la derecha y ya muy abajo, la localidad de Salientes y al fondo el Nevadín, mientras que a la izquierda el Catoute nos acompañará a lo largo de la ascensión. Poco a poco se va llegando al Alto de los Orillos (1.934 m), lugar desde el que se ve perfectamente el farallón rocoso que forma la cima del Pico Valdeiglesias.

Desde aquí se atraviesa por una pedrera y, caminando hacia poniente nos encontraremos con una antecima de menor altura. Ahora solo tenemos que remontar una zona de roquedo y llegaremos a la cima del Pico Valdeiglesias (2.134 m). La privilegiada situación del Valdeiglesias  nos permitirá contemplar, además de la mayor parte de las cumbres de la Sierra de Gistredo como el Catoute o el Tambarón, las más importantes del valle de Laciana entre las que se encuentran el Cornón, el Muxivén o el Nevadín, y también podremos extasiarnos con la visión de la gigantesca Peña Ubiña o el Montihuero, ya en la comarca de Babia.

Si escogemos la primavera para realizar esta ascensión, nuestras retinas se verán impregnadas por el espectacular colorido de una variedad infinita de flores, matorrales, abedules, escobas y brezos, que le dan ese aspecto tan particular, pero igualmente el verano y el otoño nos sorprenderán por su belleza plagada de contrastes. El invierno es buena época también, y el esquí de montaña nos permitirá descender placenteramente por sus tranquilas laderas.

Para descender, volveremos sobre nuestros pasos hasta la antecima prosiguiendo por la arista que forma el farallón rocoso que se encuentra enfrente al Valdeiglesias, llegando así a una cresta rocosa que se pasa buscando el mejor sendero, unas veces entre las rocas, y otras entre los brezos, para llegar a un collado desde el que subimos al Pico Lago (2.046 m), siguiendo la ruta hacia los altos de la Carraca.

Desde el mismo vértice geodésico del Pico Lago, se desciende por la cresta, en dirección sur, hasta un collado, prosiguiendo luego hasta las praderas de la Fatirona buscando el mejor itinerario por alguna pequeña senda pasando al lado de una fuente para llegar, caminando hacia el este, a la Merendiesa (1.600 m), en busca de la parte baja del nacimiento de este valle, hasta alcanzar una empinada pista, que se ha desbrozado no hace mucho, que nos lleva hacia a zona de la Griega.

Llegaremos de esta manera al refugio que hemos encontrado en la subida, desde donde sólo tenemos que continuar por el amplio camino, ya conocido de la ida, que nos llevará a Salentinos (1.200 m) donde damos por finalizada la excursión.

Observaciones

  • Ruta de dificultad elevada por duración y desnivel acumulado en un medio de alta montaña, más propia de una actividad asociada al montañismo que al senderismo.
  • La descripción del itinerario es meramente indicativa, siendo necesario planificar adecuadamente la actividad en función de nuestras capacidades físicas y siempre llevar el equipamiento adecuado.
  • Cualquier época del año es buena, pues todos las estaciones nos muestran aquí su belleza, aunque en invierno habrá que ir provistos de piolet y crampones, raquetas o esquís de montaña, según las condiciones de la nieve.

Cómo llegar

Desde Ponferrada o Villablino, tomaremos la carretera CL-631, que va acompañando al río Sil, y a unos 30 km de Ponferrada cogemos la desviación que hacia nuestra derecha (E) nos lleva a Páramo del Sil. Desde Páramo del Sil, siempre hacia el Este, una carretera local nos acerca en poco más de 10,5 km a la localidad de Salentinos.

Autor

Escrito por Luismi Martínez González
Luismi Martínez González (El Marciano), nació en León el 25/08/1951, inició su actividad montañera allá por los años 60 en el seno de la O.J.E (Organización Juvenil Española), posteriormente fue socio fundador del Club Alpino Leonés, en los años 90 perteneció al club de Montaña Peña Corada y actualmente pertenece a la junta directiva del club Yordas donde sigue realizando actividades de montaña.

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