Culminar el ascenso a Peña Lampa, con sus amplias panorámicas es fascinante, al alcance de de cualquier persona iniciado en rutas por montaña. A pesar de los 20 km., el paseo es fácil, susceptible de acortar por la variedad de posibles recorridos. La propuesta que hago aquí es, simplemente una más, con el fin de recorrer, además de la riqueza forestal (sabinas, robles, encinas, hayas…), los dominios mineros de Valdehaya, interpretando los vestigios de esta actividad laboral y económica tan nuestra, tan cercana.
Nuestra ruta comienza unos metros más adelante de Cova Nostra, donde va a la derecha una pista-cortafuegos en desuso que nos sube 650 m. en zigzag, acabándose a la altura de la Cueva del ermitaño Sergio Puchades. Continuamos por ladera y monte bajo siguiendo una senda hasta la collada que tenemos delante, previa a la pre-cumbre sur de Peña Lampa. También podemos salvar antes el contrafuerte de la izquierda e ir por la loma hasta esta collada entre los valles de Valdehaya y de Río Grande.
Así como en Guardo la actividad minera se centraba en San Luis (Corcos), en Velilla había varias cuadrículas, algo así como lo que nosotros entendemos por “concesionarios”.
Ahí nos tomamos un respiro en el bonito paraje de sabinas y tejos para comenzar la subida hitada por roca hasta este hombro donde nos encontramos dos grandes mojones. Bajamos al verdoso collado, punto de inflexión de la banda del sabinar de Peña Lampa, único en la comarca, que viene por la vaguada desde la carretera hasta el Collado de los Senderos.
Encaramos ahora la ascensión a la peña. Es más fácil de lo que parece si vamos un poco hacia la derecha a ganar la arista. Pronto estaremos pues en la cima principal de Peña Lampa (1804 m). Las vistas atrás del Valle del Río Carrión con Guardo y Velilla son asombrosas. Recorremos 1500 m. toda la cuerda en dirección suroeste en un sube y baja de pequeñas cotas, admirando el paisaje inmenso que se nos ofrece.
Abajo tenemos, bajo el Corcurulludo, el colorido valle de Besande hasta Valverde de la Sierra. Y también, a nuestra derecha hacia atrás admiramos el cresterío de la Montaña Palentina (De la Rasa al Curavacas pasando por Espigüte, además de Arbillos, Peña Redonda y la Sierra de la Peña). Así llegamos a la última cota, la cumbre oeste (1793 m) que atacamos por su izquierda y que a lo mejor nos pide una corta trepada. Bajaremos la cresta, fijándonos que inmediatamente viene una gran sima en medio de nuestro trazado. Vamos primero hacia la izquierda hasta llegar a una colladina donde, evitando el roquedo, bajaremos (no demasiado) por la ladera de la derecha encima del Valle Ascar.
Tras el descenso algo técnico, al poco estaremos en el Collado Los Senderos o Campera Ascar (1582 m), con un mojón de montes en el medio. Un cortafuegos nos sube en apenas 900 m. y en la dirección que traíamos al espectacular mirador natural de Torre Malalana -o Magalana- (1711 m), donde a veces nos encontramos un cartel que lo renombra como “Tío Pinao”
Llegando a la mata de robles del alto de La loma, bajamos durante un km. más tendido, convirtiéndose el itinerario en pista hasta empalmar y seguir con la que viene del collado del Henal (que une Caminayo con Besande por Boca Ascar -Valle Ascar-). Estamos en el Collado de Torales, donde un poco más adelante tenemos a la izquierda una portillera.
Pasamos la portillera a la izquierda y bajamos dejando un desvío a la izquierda que sube también al collado de donde venimos. En seguida viene otro cruce a la derecha que dejamos y que es la traza que viene del Sestil. En unos metros llegamos a un manantial, a veces no muy perceptible.
Seguimos de frente en dirección a Peña Mayor, que tenemos delante. Setecientos m. después nos topamos a la derecha con otra bifurcación que viene también de Las Majadillas y las Praderas de Torales. Encontraremos más desvíos, pero vamos siempre de frente, por la pista más evidente, ahora dirección a la Torre Magalana y el Collado de Los Senderos (o Campera Ascar), viendo debajo nuestro, a la derecha, el valle Valdehaya y las negras cicatrices producidas por la extracción de la antracita en los lavaderos de Besande y explotaciones del Grupo el Abuelo. Detrás nuestro, al otro lado del río, apreciamos por un rato, el Poblado de Compuerto, bajo Peña Mayor.
Bajamos dando mucha vuelta, pero el recorrido es muy agraciado por el hayedo, pisando alguna escombrera. Nos presentamos de repente en la bocamina sellada de ‘Monasterio’, donde empieza la carretera hacia la derecha y de frente se sigue hacia ‘La 285’ y el Roblón de El Monasterio. Seguimos la carretera a la derecha, mientras Peña Mayor y el Fraile nos parecen una enorme sierra desde nuestra ubicación. Peña Lampa, ahora a nuestra izquierda, está salpicada de sabinas en su falda, pudiendo divisar también alguna mancha de tejo a media ladera.
Nos viene a la memoria los sonidos y silencios del orgullo minero, con las voces del mulero hostigando al terco compañero de tajo, el chirriar de las carras de madera y los secos golpes metálicos de los vagones en las maniobras de descarga en el basculador. Imaginamos también las estelas de humo producidas por los diferentes potes de ‘la calle’.
Llegamos a otro recinto con barracones y bocamina sellada, ‘Las Chorizas’, y más abajo a Antracitas de Valdehaya con una bocamina sin sellar y lavadero. En seguida estamos ya en el fondo del valle donde continuamos carretera abajo, a la vez que un cruce a nuestra izquierda sube hacia el corral de Los Senderos y antes, a las minas de Antracitas de Besande con su perforación hasta Boca Ascar. Seguimos, pasando por las instalaciones bajeras de Antracitas de Besande, lavaderos, y dejando luego a la derecha el cercado ‘Grupo el Abuelo’ de Antracitas de Velilla. La carretera se bifurca: A la derecha sube hacia el lavadero de Las Majadillas. Nosotros continuamos de frente hacia la P-215 donde comenzamos la ruta de hoy.
Cómo llegar
En Velilla del Río Carrión, a 1,5 km. del puente dirección Las Portillas-Riaño, por la P-215 (antes, la conocida “comarcal 615″) en su km. 5, sale a la izquierda una carretera al oeste, al Valle Valdehaya.
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