«Un buen caminante no deja huellas»

Surf & Comics/Outdoor Comics, con la colaboración de Ternua, Boreal y Tuga, presenta «Un buen caminante no deja huellas«, nueve viñetas que recogen los valores del buen senderista en la naturaleza. Estas ilustraciones nos muestran las buenas prácticas que los caminantes deben seguir en la Naturaleza. A lo largo del año os iremos recordando algunos de ellos con una pequeña explicación para cuidar entre todos el medioambiente.

Seguir los senderos

«Respeta los senderos establecidos. Abrir nuevos caminos favorece la erosión del suelo y es peligroso».

Por donde pasaba Atila no crecía la hierba, no queremos que eso pase en nuestros entornos protegidos. Las rutas homologadas nos permiten disfrutar de los espacios naturales sin riesgos de accidentes y disminuyendo los impactos ambientales. Si salimos de la ruta multiplicamos el área afectada por el pisoteo y ruido sobre la fauna. El deterioro visual en las zonas cercanas al camino será mayor por lo que la sensación de ir por una zona natural nos quedará distorsionada.

Observar sin alterar

«Disfruta de la naturaleza sin alterarla. Observa la fauna y la flora sin causar ningún impacto en su hábitat».

Para que haya un impacto hacen falta que se encuentren dos elementos; algo impactante con algo impactado. Como no queremos que desaparezca la parte impactada, flora y fauna, solo tenemos una solución: la parte impactante tiene que mejorar sus actitudes sobre todo ante alteraciones que supongan un daño en el tiempo. Plantas y animales tienen sus propias reglas en cada hábitat pero si alteramos esos finos equilibrios es probable que alguna especie lo cabe pagando caro y eso no lo queremos.

Acampada

«No acampes nunca por libre. Utiliza siempre los lugares autorizados de acampada».

La acampada libre no solo es peligrosa sino que en la mayoría de los casos impacta sobre su entorno. Nuestra  actividad vital durante tantas horas en una pequeña zona supondría una irrupción artificial del entorno, pudiendo, por ejemplo,  ahuyentar aves de su zona de anidamiento. Como no sabemos hasta qué punto podríamos estar produciendo un daño respetaremos las normas de cada zona y así podremos seguir disfrutando de cada entorno.

Fuego

«No hagas fuego ni arrojes colillas. Evita que tus imprudencias provoquen un desastre».

El fuego es, sin duda, la peor de las situaciones. El entorno se degrada a tal punto que afecta a flora, fauna, incluso suelo y por ende ríos y lagos, hasta puede producir corrimientos de tierras y alteraciones en la economía y sociedad de una zona. Es lo peor, por eso nos acostumbraremos a tener buenas prácticas durante todo el año para que no se nos automatice tirar una colilla o dejar un cristal. Cualquier medida preventiva ayudará mucho a evitar un daño, tal vez bastante improbable, pero sí muy desastroso.

Mascotas

«Lleva siempre controlada a tu mascota para que no moleste a la fauna, ganado o a otras personas».

Las mascotas nos dan alegrías, saben de nosotros y nos valoran. Están deseando agradarnos y el juego para ellas es parte de su vida. La emoción de estar en entornos naturales es muy agradable pero no nos puede llevar a engaño. Los animales no pueden tomar ciertas decisiones porque no son responsables de sus consecuencias. Nos haremos responsables de nuestras mascotas cuando sepamos que ellas no se van a saber controlar.

Basura

«No dejes huellas de tu paso. Llévate tu basura contigo. Recoge los residuos que encuentres, así ayudas a proteger al entorno».

Hemos observado que a nadie le gusta ir a un espacio natural y encontrarse la basura de los demás. Algunas personas piensan realmente que hacen bien distribuyendo sus basuras o excrementos en el medio natural. En algunos lugares el impacto no será demasiado importante pero en ciertos entornos el daño puede ser muy alto. Ante la duda, prudencia, lo ideal es el residuo cero. Si a nuestro paso no quedan huellas será el mejor regalo que podamos dejar. Más aún,  si cuando recojamos nuestras basuras nos llevamos algún pequeño residuo más nos sentiremos mucho mejor pues habremos contribuido a mejorar el medio para los que vengan tras nosotros.

Fuentes

«Respeta las fuentes, ríos y otros cursos de agua. No viertas jabones o productos contaminantes».

Las corrientes de agua albergan vida. Cuando tenemos ocasión disfrutamos de la biodiversidad de un regato con ayuda de un experto en medioambiente. Podemos sorprendernos de cuanta vida cabe en un pequeño espacio acuático. Es justo esa vida, a veces tan frágil y delicada, la que puede morir a lo largo de muchos metros simplemente por un pequeño vertido de nuestros detergentes o de residuos de alimentos. Cuidaremos no contaminar las aguas ya que son fuente de vida pero también distribuyen con mucha facilidad los elementos tóxicos.

Ruidos

«La naturaleza es paz, respétala. Evita los ruidos que puedan alterar a los animales o molestar a los demás».

Existe bastante diferencia entre los sonidos de la ciudad y los del medio natural. La tranquilidad de la naturaleza nos aporta esos momentos que tanto necesitamos en un entorno sonoramente tan agresivo como es el medio urbano. Poder escuchar requiere cierto silencio, cierta armonía con el entorno. Ya sea una gran cascada atronadora o una cumbre silenciosa aprenderemos a disfrutar de nuestros silencios y comprobaremos que ese respeto nos será bien recompensado.

Cercados

«Sé respetuosos con los habitantes del entorno y con sus propiedades. Cierra los cercados por los que pases».

La sacrificada vida de un ganadero se puede hacer más complicada si no observamos sus necesidades. Su esfuerzo no debe ser más incrementado por tener que ir a buscar un ganado perdido que tal vez sea atacado por alimañas o se despeñe o, incluso, provoque accidentes, por no hablar de si es algo agresivo y ataca a otras personas. Conservaremos los cercados ganaderos con las medidas de seguridad que existan, por precarias que nos parezcan, pues a veces no se ha dispuesto más que de ese alambre o de esa pequeña tapia para cerrar un cercado. Que la dificultad de dejarlo como estaba nunca será tanta como los inconvenientes que podamos ocasionar.