El himalayista zamorano aprovecha su ingreso en el Grupo de Rescate y Salvamento de Castilla y León para pedir sentido común en la montaña
“Para hacer un ‘ochomil’ hay muchos pasos previos, te equivocas si piensas que con 50.000 dólares y una visita al Decathlon lo tienes hecho”
ENTREVISTA A MARTÍN RAMOS | SEGUNDA PARTE
Martín Ramos está de enhorabuena. El bombero zamorano, reconocido públicamente por sus expediciones al Himalaya, ingresará de forma inmediata en el Grupo de Rescate y Salvamento de Castilla y León. Martín, aún con el Kanchenjunga en sus retinas, entiende que la formación es fundamental en los deportes de montaña ya advierte del peligro de la masificación en este tipo de actividades después de toda una vida en las cumbres.
– Desde su perspectiva, ¿Cómo ve la evolución de las actividades en el medio natural y la montaña?
– Ha habido muchos cambios, algunos para bien y otros para mal o muy mal. A mí lo que más me preocupa es el bombardeo al que nos someten con las actividades extremas. Esta moda convierte a muchas personas en carne de cañón en la montaña, tenga esta 2.000 metros u 8.000. Parece que si no haces algo extremo, algo desafiante… eres un ‘gallina’ y yo, por ejemplo, tengo pánico a los barrancos.
– Sin embargo, cada vez hay más medios, más información sobre seguridad…
– Sí, pero también más prisa por hacerlo todo. El montañero de toda la vida sabe que todo tiene un proceso. No te puedes plantear hacer un ‘ochomil’ sin haber estado antes en los Andes y antes en los Alpes. La experiencia es fundamental en la montaña y ni siquiera con ella el riesgo es cero. La experiencia te salva la vida en muchas ocasiones, pero desde hace años observo que hay personas que con 50.000 dólares y una visita al Decathlon se piensan que puede subir al Himalaya como actividad de ocio. La accesibilidad del material y el equipo también provocan estas cosas.
– ¿Solución?
– Para mí, es fundamental la formación y el sentido común. Aún no he entrado en el Grupo de Rescate y Socorrismo de Castilla y León y ya hay cosas que te cuentan con las que se te quedan los ojos como platos. No entiendo que la gente tenga tan poca cabeza de salir sin planificar. Es necesaria la formación y ser consciente de que con nuestra imprudencia podemos poner en peligro a los acompañantes, a las personas que pueden formar un hipotético equipo de rescate… Eso sin querer entrar ya a valorar los costes que se originan.
– Hablaba en la primera parte de la entrevista de Ueli Steck. ¿Qué opinión le merecen las gestas que realiza o las que pueden realizar otros nombres vinculados a la montaña como puede ser Kilian Jornet?
– Merecen todo el respeto del mundo, siempre y cuando sus desafíos no pongan en peligro a terceras personas. Son deportistas o especialistas que van al límite. La montaña requiere respeto, y este tipo de ascensiones récord o desafíos a mí personalmente no me dan ni frío ni calor. Si ellos tienen unas condiciones físicas que les permiten realizar este tipo de cosas y pueden jugarse el tipo, mi respeto y punto.
– ¿No cree que son parte de ese ‘boom’ de lo extremo al que hacía mención anteriormente?
– Esto es muy sencillo y lo traduzco en un ejemplo que siempre me pilla muy cerca. Yo puedo ver lo que hace Marc Márquez sobre una moto, pero no por ello voy a hacerlo yo mañana, porque es muy probable que me mate. Intentar ascender el Cervino como lo puede hacer Kilian Jornet, es una locura. Y también hay que decirle a la gente que no creo que Kilian llegue un día, se plante a la falta del Cervino y diga ‘voy a subir’. Todo requiere de un proceso, un estudio y una preparación.
– Habla de preparación, ¿ya planifica su próxima aventura?
– (Risas). No, no, no existe nada en el horizonte. Imagino que este verano me marcharé unos días a los Alpes y seguiré disfrutando de mis salidas en la montaña sanabresa, mis paseos, mis carreras… No todo van a ser ‘ochomiles’. Una expedición al Himalaya cuesta muchísimo y no tengo un ‘sponsor’ como otros montañeros. Si mañana llega Jorge –por Jorge Echoeaga, compañero de Martín- y me dice que está preparando una expedición, pues la estudiaremos, pero a día de hoy no hay nada.
– ¿Pero sí soñará con alguna montaña?
– ¡Hombre! Por soñar… Me gustaría ir al K-2 o al Annapurna, pero de momento disfruto del Kanchenjunga y esa ascensión con la que he disfrutado muchísimo.