Tente Lagunilla, alpinista y coordinador del Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta de Castilla y León, defiende que «un buen rescate gratuito puede ahorrar dinero a la administración»
El himalayista palentino asegura que la montaña vive «una constante revolución, liderada en este momento por deportistas como Ueli Steck, Kilian Jornet o los hermanos Pou»
Emilio Vicente Lagunilla Alonso, o Tente, como le conoce todo el mundo, es el socio más ilustre del Club de Montaña Fuentes Carrionas. Sus compañeros hablan con admiración del himalayista palentino. Recalcan la devoción de este bombero y coordinador del Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta de Castilla y León por la entidad de la que forma parte desde los años ochenta. Entonces, Tente sentía la misma pasión por la aventura que hoy en día, cuando aprovecha cualquier huequecito para adentrarse en la Montaña Palentina.
Y Fuentes Carrionas se cruzó en su vida un día de…
Un día de 1983 en el que quería escalar y practicar deportes de montaña de forma federada. Era de los que necesitaba actividad y más actividad. Impulsamos la escalada. Éramos un grupo de amigos más dinámicos, quizá por la juventud.
Desde entonces, quizá por esa necesidad de actividad, de desafíos, ha sido de los que ha tirado del club. ¿Qué destacaría de todos los cambios?
Fuentes Carrionas ha ido de la mano de las evoluciones que se han dado en la montaña, y la montaña ha ido de la mano de los cambios que se han dado en la sociedad. Hace 40 años ir a Cardaño era una aventura y ahora, con dinero, te suben al Everest. Para ir a la montaña necesitaba casi dos días con los coches de línea a Guardo, luego otro a Velilla y allí contactar con el panadero para que te subiera a la montaña. En la actualidad, todo es más accesible. También se ha producido toda una revolución en la ropa. Hemos pasado de las camisas de lana a las prendas polares.
Forma parte de esa internacionalización del club. También ahí ha habido un cambio sustancial.
Sin duda. Antes no te podías plantear ir al Himalaya y estar menos de tres meses. Ahora, con la evolución del material y de las técnicas todo es más sencillo.
Habla de tiempo… ¿Qué le parece la ascensión en 28 horas del Annapurna de Ueli Steck?
Forma parte de una nueva revolución, pero es que la montaña está en constante revolución. Cuando Messner ascendió el Everest sin oxígeno parecía una locura. Él llegó a pensar que iba a morir y lo que hizo fue abrir una nueva vía en el alpinismo.
Más cerca, en España, tenemos a Kilian Jornet y su ascensión al Cervino en menos de tres horas… ¿Le preocupa el efecto llamada?
Sí. Kilian, Steck o los hermanos Pou pertenecen a ese pequeño grupo de gente puntera que siempre existe y que se caracteriza por hacer algo novedoso. Son necesarios, pero hay que prevenir y dejarlo muy claro, no porque una persona corra un maratón en dos horas, lo voy a hacer yo. No hay que malinterpretar los avances. Las personas, los montañeros, los deportistas tienen que conocer sus límites y sus condiciones. Eso es lo más importante.
Muchas veces no se hace, y ha vivido cientos de rescates. ¿Qué le parece que se cobre por cada intervención?
En este punto hay matices. No sé hasta que punto se puede conseguir cobrar. En Cataluña fue en la primera comunidad donde lo intentaron y no sé si habrán cobrado dos o tres. En términos generales no se cobra nunca. Las tasas están bien como efecto disuasorio, pero un buen rescate puede ahorrar dinero a la administración. Si una persona por ahorrarse un rescate no avisa de que tiene un problema en una rodilla por ejemplo, ese problema puede derivar en una lesión, un accidente, una baja laboral que luego repercute en la propia administración. Lo mejor es la concienciación. Claro que no puede ser que se llame por un dolor de muelas.
El Club Fuentes Carrionas conmemora sus 40 años de vida (fclm.com)
Web oficial de Tente Lagunilla (A ras de cielo)